UNA HISTORIA DE LUNÁTICOS, CONSPIRADORES Y DECEPCIONADOS
Parte de este material fue publicado en la revista EXACTAmente N21, Sept/2001

Guillermo Giménez de Castro
Centro de Radio Astronomia e Astrofísica Mackenzie
Universidade Presbiteriana Mackenzie
guigue@craae.mackenzie.br
Agosto de 2001

Las fotos que ilustran estas páginas, excepto que sea indicado lo contrario, fueron obtenidas en el site: NASA human spaceflight.

Según la Fox TV, en su programa especial Teoría de la Conspiración: ¿Aterrizamos en la Luna? Neil Armstrong nunca posó sus pies en el suelo lunar, ni ninguno de los otros 11 astronautas que lo siguieron. Sin embargo, el primer decepcionado de la epopeya lunar fui yo.


 

El 20 de julio de 1969 viví una de mis mayores decepciones. Aquella noche el astronauta Neil Armstrong descendería en suelo selenita por primera vez en la historia abriendo el camino de la Era Espacial. Pero ocurrió que yo no estaba en Argentina. No, donde yo estaba no existía aún transmisión vía satélite, recién acababan de inaugurar el primer canal de televisión. Así que todo lo que tuve fue una imagen estática de una reproducción del Eagle (módulo lunar) y dos pequeños muñequitos representando a los astronautas. La información era leída en off. Quedé con la sensación de que había faltado a la cita, aquella para la que tanto me había preparado en los últimos meses.

Tiempo después descubrí que no era el único decepcionado. Mi abuela afirmaba que había problemas más urgentes en la Tierra que correr dando saltitos en las llanuras lunares. Peor aún, un hermano de mi abuelo descreía del viaje en sí. "Es todo una invención de los yanquis", decía con su acento madrileño, "eso lo filmaron en Hollywood" remataba. Si bien la objeción de mi abuela era atinente y aún continúa siéndolo, la de mi tío abuelo era más próxima a la incredulidad de la gente de la tercera edad.

El tiempo pasó, se fueron más de 30 años, la vieja guardia nos ha dejado y con ella toda su incredulidad. Sin embargo la misma reaparece ahora en forma de sesudos estudios elaborados por periodistas norteamericanos y difundidos públicamente por emisoras de TV conocidas. La hipótesis inicial es: J.F. Kennedy prometió durante su breve mandato que un norteamericano pisaría suelo lunar antes que la década acabase. La "Carrera Espacial" era un peón más en el ajedrez de la Guerra Fría. La promesa debía ser cumplida a cualquier costo y de cualquier forma.

Yo concuerdo con esta hipótesis, el problema es encontrar los límites, ¿que significa cualquier costo  y cualquier forma? Para aquellos que creen que Armstrong nunca pisó suelo selenita, una forma posible sería, como mi tío abuelo creía, que Hollywood creara todo. ¿Todo? Bueno, no. ¿Se puede negar hoy en día que el hombre sale al espacio, coloca satélites, laboratorios, envía sondas de estudio? Entonces alguna parte de la historia es real. ¿Cual?

Unas 3000 personas vieron en vivo el lanzamiento de la Saturno V rumbo a la Luna llevando a bordo a los tres victoriosos astronautas, Armstrong, Aldrin y Collins, en la estación de Cabo Cañaveral en Florida. Claro, podrían ser extras contratados. El problema de poner tanto extra es que después es muy difícil controlar que no haya filtraciones hacia afuera del grupo conjurado. La conspiración debería ser llevada a cabo por un grupo muy pequeño. Conclusión Nº1: las 3000 personas que asistieron en vivo al lanzamiento de la nave eran ciudadanos que concurrieron por su propia voluntad y atestiguaron que realmente una nave estaba entrando en el espacio exterior a la Tierra. Es decir la misión Apollo XI realmente partió llevando a tres astronautas.

Según los pro-conspiración , sólo la llegada a la Luna es una mentira. "No tenía la NASA la tecnología suficiente a disposición" afirman de forma liviana. Ahora bien, uno de los experimentos realizados por astronautas en la Luna fue dejar un espejo. Posteriormente y desde Tierra se disparó un rayo láser en dirección a ese espejo haciéndolo retornar a la Tierra. Uno de los objetivos fue la medición con gran precisión de la distancia Tierra Luna. Otro fue estudiar los movimientos sísmicos lunares. Esos estudios han sido divulgados en revistas científicas. Esto demuestra, sin lugar a dudas que una persona tuvo que depositar cuidadosamente el espejo en suelo lunar. Pero un testarudo pro-conspiración tiene la respuesta rápida "bah, el espejo pudo ser dejado por una sonda". Bárbaro, es todo lo que queríamos escuchar. La tecnología para hacer descender una sonda en la Luna es la misma que se necesita para descender al módulo lunar. La diferencia entre hacer una cosa o la otra, es sólo monetaria. Pero dinero, era lo que sobraba en los EEUU de fines de los 60. Las otras tecnologías, hasta los propios pro-conspiración aceptan que la NASA poseía. Es decir, capacidad para lanzar un cohete, colocarlo en órbita determinada, recuperarlo, transferir su órbita, etc. Conclusión Nº2: La NASA poseía la tecnología necesaria para enviar una sonda, o un pequeño módulo con pasajeros adentro y aterrizarlo en la Luna.

Juntando las dos conclusiones, no podemos tener dudas de que Armstrong efectivamente dijo "un pequeño paso para mi, un gran paso para la humanidad" mientras descendía del módulo posado en suelo lunar aquel 20 de julio de 1969, al tiempo que lograba hacerme sentir el más decepcionado ser de la Tierra por no poder ver con mis propios ojos, lo que algunos lunáticos hoy en día pretenden hacernos creer que es obra de conspiradores.

¿De donde sale semejante histeria revisionista? La teoría conspirativa es hueca y fútil. Como proviene del propio seno que creó el programa espacial, sólo la comprendo en términos de lucro: una historia de impacto, una confusión en el cerebro del espectador, mucho rating implican más ventas de espacios publicitarios y altos cachés para los creadores del programa. Hay algo que me preocupa en todo esto. Si bien el programa espacial está ligado más a la tecnología, ésta y la ciencia suelen ser presentadas como cosas iguales por los medios de prensa. Afirmar que el hombre nunca llegó a la Luna, significa aumentar la desconfianza de la población tanto en ciencia como en tecnología. Como la causa es apenas lucrativa, la duda inoculada en la población lega es dañina.

Abordé este artículo de forma positiva, dando las razones de porqué estoy seguro de que hubo astronautas en la Luna. Sin embargo el lector querrá que explique porqué las evidencias presentadas por la Fox están equivocadas. La NASA dedicó una página al respecto incluyendo excelentes links: The Great Moon Hoax. Claro que el texto está escrito en inglés. Para quienes son más perezosos con la lengua británica, yo he preparado algunos ejemplos que básicamente extraje de la Internet.

La lista anterior es breve y no pretende ser completa. Como dice el dicho, para muestra basta un botón. Y nuevamente toda esta confusión nos llega a través del canal Fox de TV, que sigue demostrando su desprecio por el rigor científico y periodístico. ¿Será tal vez que la fantasía mediática en la que parecen estar sumergidos no les permite ya reconocer lo real de lo imaginado? ¿Será este el primero de una serie infinita de cuestionamientos sobre nuestra realidad? Semejantes dudas solipsistas, apenas las he encontrado en novelas de P.K. Dick.


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